El arte como una expresión de la creatividad colectiva

En la historia de la humanidad, el arte ha representado siempre la identidad y la cultura de los diversos pueblos. Esto también sucede en Damanhur, donde el punto de encuentro entre los talentos individuales y la visión colectiva da lugar a muchas obras de arte. Cada damanhuriano dedica tiempo para cultivar su propia manera de ser artista. Hay quien es actor y quien pinta, quien esculpe, quien canta y quien escribe. Hay quien sobresale y quien ejercita la creatividad con buenas intenciones, pero el efecto general es contar la historia de nuestra historia común, con todos sus significados. Esta historia se enriquece con las ideas y las contribuciones de todos.
Los huéspedes y visitantes pueden participar junto con los damanhurianos en los distintos laboratorios y en la creación de obras de arte colectivas, con motivo de eventos especiales como la Nochevieja en los Templos o en actividades dedicadas al arte como la Escuela de arte.
Las artes para el renacimiento de la humanidad

En Damanhur, los artistas que crean pinturas, vidrieras, mosaicos y esculturas trabajan a menudo juntos en la misma obra. Gracias a ello, han desarrollado la capacidad de intervenir en el trabajo del otro, como se hacía en los viejos talleres renacentistas. Nos gusta el Renacimiento, con su concepto de individuo global, un poco científico y un poco artista, un poco político y un poco filósofo. Cada artista en Damanhur desarrolla un ámbito de investigación personal, que se plasma en obras que expresan su sensibilidad única.
El laboratorio del estatuario nació en 1983, cuando un experto ceramista toscano guió a muchos aprendices voluntariosos en la creación de las primeras estatuas. Carecían de las proporciones áureas, pero el entusiasmo generado por esas primeras experiencias tempranas ha dado hoy a luz a un laboratorio de excelencia, cuyos trabajos en cerámica y “piedra joven” despiertan la admiración de todos los visitantes.
Casi todos los ciudadanos damanhurianos han probado el teatro, escribiendo y protagonizando espectáculos dedicados a valores y sentimientos que surgen de la experiencia de Damanhur. Nacieron momentos colectivos de gran fuerza emocional, en los que entre el público y los actores era difícil saber quién estaba más implicado.
La música y el coro, que hoy está compuesto por 30 miembros, se han transformado a lo largo de un período de más de treinta y cinco años. Hay siempre espacio para distinto tipos de expresión, tanto desde el punto de vista del estilo como de la función. Hay músicas relacionadas con una inspiración introspectiva y meditativa, otras más dinámicas y rítmicas, cantos corales y solistas, músicas instrumentales, canciones populares e incluso conciertos "interespecies" en los que seres humanos y plantas tocan música juntos (ver “La música de las plantas”).
El arte en la vida cotidiana, un juego creativo continuo

El arte está desde siempre presente en la historia de Damanhur. En 1978, Damanhur aún no estaba habitada, pero ya se decoraban las paredes y el techo de la primera sala de los Templos de la Humanidad. Así nacieron los primeros talleres de vidrieras, mosaicos y pintura.
Desde entonces, los talleres han tenido un papel importante en el desarrollo de los Templos. Muchos ciudadanos experimentaban con sus talentos y perfeccionaban cada día un nuevo estilo que embellece las distintas salas de los Templos. Mientras tanto, el primer grupo de teatro puso en escena los primeros espectáculos breves, inspirados en los valores y principios damanhurianos.
El año 1983 fue un año crucial. El Juego de la Vida y el Viaggio revolucionaron el modo de vida en Damanhur, y muchos talleres artesanales grandes y pequeños comenzaron a producir objetos útiles para la vida cotidiana - sillas, muebles, textiles, prendas de vestir, calzado - con la intención de crear un estilo original capaz de caracterizar la vida de cada día.
La Batalla del Arte es el evento que mejor representa el espíritu que hace de todos los damanhurianos artistas. Tuvo lugar en varias ocasiones en los años ochenta. Todos los ciudadanos, divididos en equipos, compitieron en concursos creativos con el fin de hacer obras destinadas a convertirse en una herencia común. Hoy están presentes en todos los territorios de Damanhur. La Batalla del Arte es una "batalla" que no destruye sino que, por el contrario, construye para enriquecer a todos, y está abierta a la participación de amigos y huéspedes. Este tipo de competición ofrece un mensaje de paz, alegría e inspiración, que permite buscar y explorar el potencial artístico de forma creativa y divertida.