La sélfica combina el arte y la investigación para la salud

La sélfica es un campo de investigación empírica, introducido en Damanhur a través de la investigación de Falco Tarassaco y los experimentos realizados junto con otros damanhurianos. Es una disciplina que permite concentrar y dirigir energías vitales e inteligentes para realizar diferentes funciones conectadas con el bienestar, la ampliación de la percepción y el desarrollo del potencial individual. Sus estructuras están basadas en la espiral y el uso de metales, colores, tintas especiales y minerales, capaces de hacer de conductores para energías inteligentes. Estas “fuerzas de confín” pueden hacer de trámite entre nuestro mundo material y diferentes planos de existencia, permitiéndonos establecer una relación sinérgica entre ellas. La sélfica es una tecnología antigua que existía en las culturas egipcia, etrusca, celta y en la antigua civilización minoica. Las leyendas dicen que se usaba también en la mítica Atlántida.
Energías particulares para una experimentación extraordinaria

La ciencia contemporánea ha demostrado cómo en la base de la materia no hay nada material, sino una interacción entre energías que están constantemente conectadas en base a la resonancia. A nivel cuántico, los átomos no están compuestos por partículas físicas, sino por vórtices de energía en relación entre sí. Todo lo que existe en el universo está interconectado dentro del mismo campo de energía. Además, cada ser vivo y objeto existente en el universo emite y recibe energía, entrando en relación con los demás y con el medio ambiente.
Las energías presentes en las selfs son fuerzas vivas “de confín”, que pueden vivir a través de diferentes dimensiones. Construir una estructura sélfica es como proporcionar un "cuerpo" que será utilizado por la self. La inteligencia de la self es la energía particular que gestiona la parte física de la estructura. La interacción de las selfs con los individuos está siempre basada en el beneficio mutuo. Por esta razón, las selfs pueden ser consideradas simbiontes especializados.
Las selfs seleccionan condiciones útiles para la vida física o para el desarrollo del potencial personal. Se conectan con nuestros campos energéticos a través de las "microlíneas", o líneas energéticas del cuerpo. La energía inteligente de la self armoniza y amplifica las frecuencias energéticas más útiles para realizar la función para la cual ha sido construida.
A cambio, la inteligencia sélfica vive una experiencia interesante, puesto que participa en un sector del espacio-tiempo caracterizado por una relación diferente de leyes respecto a su lugar de origen. La estructura sélfica más grande del planeta Tierra está en los Templos de la Humanidad, la gran obra de arte subterránea construida por los damanhurianos.
Un objeto vivo que se sintoniza con tu frecuencia

La sélfica es un terreno de experimentación constante. Se han seleccionado a través de años de investigación las formas básicas que hoy en día se construyen y comercializan en Sel-Et, el laboratorio de sélfica de Damanhur. Otras estructuras sélficas, diferentes por el nivel de complejidad y las funciones que realizan, se usan para experimentaciones en muchos campos diferentes, como el bienestar, la ampliación de la percepción, el desarrollo personal y el contacto con seres conscientes de otras dimensiones.
Muchas selfs son de uso personal - en particular todas las que se pueden llevar - porque se sintonizan con la frecuencia energética específica de quien la lleva, y por lo tanto ya no son eficaces para otros individuos. Las selfs normalmente se sintonizan en el arco de media hora, simplemente llevándolas en el modo apropiado. En algunos casos, sin embargo, se tienen que conectar a la persona utilizando el nombre y la fecha de nacimiento.
Como cada self se adapta al campo de energía del usuario, si se lleva con regularidad, cambiará de forma con el tiempo. Este "rastro" del campo energético personal es una señal de su correcto funcionamiento.
Otro campo de investigación conectado a la sélfica es la pintura sélfica. En este caso, las energías "inteligentes" se canalizan a través de formas bidimensionales basadas en el signo y el color. En la pintura sélfica los metales utilizados por la sélfica "clásica" se traducen en color, y las tres dimensiones generalmente utilizadas se reducen a dos.
Los cuadros sélficos, de los cuales hay una exposición permanente en la Galería de Arte Niatel en la Damanhur Crea, permanecen activos a través de la luz y la atención del espectador. Los colores, las formas y los signos están vivos, animados y en constante transformación. Proyectan señales e información en el ambiente circundante y para los usuarios. Las claves de interpretación de estos cuadros están en la combinación precisa entre la forma y el título. Cada título enriquece la imagen con poesía que toca profundamente.